El Levante UD aplica un pionero proyecto de sesiones formativas para los 650 niños de su escuela
¿Conocen los niños la línea que separa el ocio o la diversión del delito a la hora de usar los móviles? ¿Saben los riesgos que corren al hacer una foto o grabar un vídeo a terceros y colgarlo en las redes? ¿Son conscientes del riesgo de reenviar un vídeo o una foto explícita a través de Whatsapp y otros canales sociales? Y nosotros los padres o educadores: ¿sabemos dónde está el límite? ¿Dónde está la línea roja entre la imprudencia y el delito? Son algunas de las preguntas que muchos nos hacemos para poder informar a nuestros hijos cuando proliferan cada vez más nuevas redes sociales donde interactúan día sí y día también los menores: niños y niñas de todas las edades.
Hay peligros y riesgos que muchos de ellos desconocen. Cuestiones a las que el Instituto Valenciano de Compliance da respuestas ante diferentes escenarios y situaciones. Precisamente porque el nicho social más vulnerable puede afectar a los menores de edad en el mal uso, por ejemplo, de los móviles, el Levante UD se ha convertido en el primer equipo español en impartir sesiones formativas a todos los niños de su escuela, cerca de 650, incluidos los que acoge bajo el paraguas de la Fundación Levante. El proyecto se denomina ComplianceKids y arrancó en septiembre bajo la dirección, entre otros, de sus creadores, los juristas Vicente Jorro, Jorge Lucas y Richard Esteve.
Ellos junto a un grupo de expertos en estos temas han elaborado los módulos o píldoras formativas, y han dado forma a este proyecto que persigue concienciar a los más pequeños de la importancia de cumplir el reglamento de régimen interno y orientarles hacia el cumplimiento de las normas, siempre bajo el prisma de la ética y la buena conducta. Un método formativo y de prevención de riesgos que busca fomentar valores como el respeto y la tolerancia cero contra el acoso, la violencia y la discriminación.
Las redes sociales y el uso del móvil que afecta a los menores
¿Y cuál es la información o problemática por la que más se interesan tanto padres como hijos? Son muchos aspectos los que ComplianceKids trata en 10 módulos muy variados, de una duración aproximada de 25 minutos, que se llevan a cabo antes de los entrenamientos, tanto en la Ciudad Deportiva de Buñol como en Nazaret. Dura toda la temporada y los contenidos se estructuran dependiendo de las edades: de 5 a 8, de 9 a 13 y de 14 a 18 años.
“Hay que optimizar el tiempo y el espacio y, sobre todo, que nadie reciba una información que le abra los ojos. No es lo mismo, en formación digital, impartirla a un niño de 7 años, que no tiene móvil, que a uno de 17 por todos los riesgos que puede generar. La mayoría de temas que se abordan surgen como consecuencia de la evolución de las redes sociales y el uso del móvil que afectan a los menores y aquellos relacionados con el uso de smartphones, redes sociales, apuestas o el ciberbullying. Antes podías sufrir acoso en el colegio, te marchabas a las cinco y te olvidabas hasta el día siguiente, pero hoy puede durar las 24 horas con el ciberbullying”, reflexiona Vicente Jorro señalando uno de los puntos más problemáticos y extendidos en la sociedad.
La finalidad de estas sesiones, cortas pero intensas, amenas y con casos prácticos, es, en palabras de Richard Esteve, “advertir a los menores de los riesgos que pueden correr”. El Instituto Valenciano de Compliance ya se encargó de formar a los trabajadores del Levante, empezando por su propio presidente, pasando por técnicos, monitores, Fundación y hasta el primer equipo si bien el club, que gestiona y tiene a su cargo a un número importante de niños, consideró que debía extender la formación adaptando las sesiones a los menores de su escuela.
“Se hace una evaluación previa de los riesgos al gestionar menores de edad en tu organización. Existen riesgos variados y amplios. Hoy en día, tal y como estamos en una sociedad digital que no para de evolucionar, los riesgos se acentúan. Hay que tener una serie de normas en tu organización, club o empresa para su cumplimiento”, recuerda Richard Esteve.
Suena fuerte la palabra delito, sí, pero no hay día que pase sin que los medios de comunicación se hagan eco de sucesos que tiene que ver con el mal uso que los menores hacen de los móviles. Una herramienta peligrosa si no se emplea adecuadamente.
En el código de régimen interno del Levante, por ejemplo, está prohibido el uso de los móviles en el vestuario. En este sentido, los responsables de ComplianceKids se hacen una pregunta básica. ¿Por qué se ponen las normas en una organización y para qué están?
“Intentamos que (los niños) interioricen el funcionamiento de una organización y por qué prohíbe el uso del móvil en un vestuario; el sentido de la protección y la seguridad que te da a ti. No es que se empeñen en prohibir los móviles porque les da la gana, sino para protegerte. Cuando los niños interiorizan estas cosas los estás protegiendo más y luego se protegen entre ellos. Crean como una coraza. Nadie es capaz de sacar un móvil. Ellos mismos dicen: ‘No, que me puedes hacer una foto’. Ese es el sentido útil de estas sesiones. Y también es importante lo que llamamos ‘la evidencia’ en el Compliance. Este ComplianceKids es el adecuado para los menores”, resaltan Jorro y Esteve.
«Los menores deben saber por qué pasan las cosas»
Se trata, en definitiva, de poner todos los medios de prevención al alcance de ellos de forma distendida, aunque nada garantiza a la postre el cumplimiento de las normas. “Puede que llegues ante el juez y este te pregunte, por ejemplo, ‘¿por qué ha hecho usted una foto o un vídeo en el vestuario?’ Podrá decirte que usted, como organización, club o empresa, ha puesto todos los medios para evitar que esto pase. Puede ocurrir un accidente, pero nosotros tratamos de que puedan dormir tranquilos, saber que estamos poniendo todo lo que está al alcance de nuestra mano para formarles y orientarles. Buscamos un paso más, que es la legalidad y la ética. Que los niños sepan por qué pasan las cosas”.
Un ejercicio recomendable para los tutores, padres o formadores es mirarse en el ombligo y pararnos a pensar si a veces contribuimos a fomentar estas imprudencias facilitando en exceso y antes de tiempo situaciones evitables. Estamos ante una generación conocida como nativos digitales, ¿pero qué edad es aconsejable para poner en manos de un niño un móvil y qué modelo en concreto?
“Los padres son piezas fundamentales. A veces los padres, con hijos menores, viven en un profundo desconocimiento de estos riesgos. Hoy en día un niño de 8 o 9 años toma la primera comunión y lo primero que le regalan es un móvil, un smartphone de última generación. A veces no son conscientes de los riesgos que les puede generar a ellos. Les decimos una cosa, que hay una responsabilidad penal a partir de los 16 años”, mantienen los responsables de ComplianceKids.
“Hay que detenerse en la importancia que tiene un móvil como elemento capaz de generar delincuencia y cometer delitos y a la vez ser víctima, tú, con tu teléfono. Hay que saber el uso que se le da. Es clave la formación y el conocimiento de las cosas. No hay que ser imprudentes”, añaden.
Tolerancia cero contra el acoso, la violencia y la discriminación
Los módulos formativos también abarcan desde aspectos internos del club, como el mencionado Reglamento de Régimen Interno, el Código Ético, la Historia del Levante UD, la salud y estilo de vida, todo ello adaptado a las diferentes edades de los menores de la Escuela. También el racismo aparece en un módulo. Tolerancia cero. “Desde que son pequeños hay que tener valores universales y el Levante los quiere transmitir a su escuela desde bien pequeños, independientemente de quien llegue o no al primer equipo. Todo es bueno, todo suma”, apuntan los instructores de ComplianceKids.
Otro módulo hace referencia al compromiso social y de integración que divulga el área social del club, que lleva a cabo la Fundación, en aspectos como el deporte inclusivo como son sus divisiones de Levante EDI y jugadores con parálisis cerebral. “Los niños deben ser conscientes de que son afortunados por muchos aspectos y deben ser igualmente conscientes de que aquellos que tienen alguna discapacidad física o intelectual se les integra en la sociedad”, recalcan.
Tras más de 100 sesiones formativas, la experiencia entre los niños de la escuela está siendo muy positiva. “Ha habido una gran aceptación por parte de los menores de la Escuela porque consideran que todos los temas que se están tratando les afectan y despiertan en ellos un gran interés”, explica Vicente Jorro. Las sesiones, con clases reducidas y con la presencia de los técnicos, son cortas e interactivas. Todos participan, opinan, cuentan su experiencia personal y ponen sobre la mesa casos propios o de amigos. “Es muy didáctico y también práctico. Tratamos casos diversos para que se vean reflejados. Buscamos que piensen y reflexionen. Esto sólo busca que mejoren en sus conductas, día a día”
El Levante se ha volcado para formar a su primera promoción de ComplianceKids, tomando la delantera. No en vano, la LFP ya tiene constancia de este modelo y no descarta que pueda ser implantado en sus clubes asociados. Pocos dudan que a corto plazo estas recomendables sesiones formativas para menores se conviertan en una asignatura casi obligatoria en los colegios para los nuevos nativos digitales.