EL EQUIPO DISPUTARÁ LOS PLAYOFFS EXPRESS POR EL TÍTULO ANTE EL BARÇA A PARTIDO ÚNICO

Habrá playoffs express por el título de la Liga Nacional de Fútbol Sala. Y en esa fase, en Málaga y a partido único, estará presente por segunda temporada consecutiva el Levante UD FS. El formato de un solo partido implicará que  en caso de empate, la eliminatoria se decantará para el equipo mejor clasificado. En ese caso, no habría prórroga ni penaltis. El Levante UD FS se medirá al Barça. Un rival temido, aunque los levantinistas se sacuden la presión porque el objetivo de estar entre los mejores ya está logrado. 

Son ya seis las campañas consecutivas del Levante UD FS en la máxima categoría. Normalidad para muchos, si bien se trata de la consecución de un proyecto que nació incierto, sobre alfileres, sin respaldo económico en pleno concurso de acreedores, pero con los firmes cimientos que otorgaba entonces confiar el reto a una persona entregada en cuerpo y alma al fútbol sala desde su dilatada experiencia en el Club Deportivo Dominicos como Manolo Bueno y, sobre todo, por la concepción de un bien estudiado plan de crecimiento social y deportivo que aceptó de inmediato el hoy presidente del Levante, Quico Catalán, hace más de una década. No entrañaba riesgo para el club y a su vez podía convertirse en una plataforma más para hacer levantinismo. Quico Catalán lo vio de inmediato.  

Fue aquella una alianza gestada en plena crisis del Levante, endeudado hasta el cuello. Sobre la mesa de un despacho, como si fuera un almacén de archivos, se apilaban  papeles y papeles. La mayoría planes de pago para hacer frente al concurso de acreedores. Asomó la cabeza entre ese bosque de expedientes administrativos  y bancarios el entonces gerente Quico Catalán para atender a Manolo Bueno. Nos situamos en la temporada 2009-10. Manolo Bueno, que lleva toda una vida ligada al fútbol sala, estaba a cargo de la sección del Club Deportivo Dominicos, que acaba de ascender a Segunda B. 

“OTRA MANERA DE HACER LEVANTINISMO”

Recuerda Bueno como la junta directiva del C.D. Dominicos buscaba un espónsor para la sección. Conocía personalmente a Quico Catalán y concertó una entrevista con él. “Cuando consigo que me atienda, porque realmente tenía una situación muy complicada, Quico estaba literalmente inundado de papeles, no le veía la cabeza. Me senté y le planteé la posibilidad de que el Levante tuviera un nuevo altavoz social a través del fútbol sala. Mi percepción era que podía suponer un problema más para el Levante, pero Quico Catalán, muy intuitivo, vio en aquella acción la posibilidad de hacer más levantinismo”, relata Bueno. No obstante, la posibilidad de asumir un equipo de fútbol sala de Segunda B, de la noche a la mañana, no parecía factible por las circunstancias, según recuerda Manolo Bueno como si fuera ayer. 

La expresión, casi de incredulidad, del hoy presidente del Levante a la pregunta de Bueno de si quería apadrinar un club de fútbol sala se la pueden imaginar, como la respuesta que le dio el club señalando como argumento las obligaciones de pago a acreedores que invadían el negociado de Quico Catalán: “Económicamente no podemos respaldaros en un principio. ¿Has visto cómo estamos?”, le contestó Quico Catalán señalando la montaña de papeles.

Más allá de la inyección económica, que no se produjo en esos primeros y duros años, Quico Catalán sí vio la posibilidad de dar un impulso social de un deporte que en Valencia sólo había vivido años de popularidad con el ya desaparecido Vijusa Valencia o el nostálgico Distrito 10. Una ciudad como Valencia debía recuperar presencia y tirón de nuevo en una disciplina que crecía exponencialmente en número de federados en escuelas como Dominicos y Maristas como referentes, y que sólo podría renacer con un escudo histórico como el del Levante UD, en pleno proceso de transformación pese a sus vaivenes económicos. 

Así lo explica Manolo Bueno, persona que respira fútbol sala por los cuatro costados. “Le dije a Quico que asumíamos la situación, por supuesto. No queríamos ni un duro. El riesgo para el club era cero, pero el respaldo lo era todo para nosotros. No dudó en darnos soporte con el escudo del Levante UD. Sin ese paso, el fútbol sala en Valencia no sería hoy una realidad. Lo mantuvimos los primeros años hasta que entramos en una línea profesional, circunstancia que permitió una mayor dedicación y compromiso por parte del Levante”, reconoce. 

Quico Catalán le pidió tiempo. Necesitaba unos días para reflexionar. No fueron muchos, la verdad, apenas dos o tres. “Quico lo vio con buenos ojos. Es un hombre que nunca sabes qué jugada va a hacer cuando tú le haces una propuesta. Analizó las cosas y me llamó. Volvimos a hablar para abordar otros asuntos hasta que llegamos a un entendimiento. Vio que socialmente era interesante para el Levante y nos repaldó”, subraya. 

ÉXITO EN TIEMPO RÉCORD

Aquella apuesta que nació para un plan a largo plazo se convirtió, sin pretenderlo, en todo un éxito pues cuatro años después el Levante UD desembarcaba en Primera División. Al mismo tiempo que la entidad azulgrana se estabilizó económicamente para remontar, la sección de fútbol sala se consolidó disfrutando de una partida presupuestaria que le dio equilibrio y músculo financiero para, al menos, echar raíces en Primera. 

“Cuando el equipo asciende es el Levante quien da un paso adelante con todas las responsabilidades que conlleva. Hace plantillas moderadas con un modesto presupuesto -actualmente el sexto por la cola en una Liga de 16 equipos- y según ha ido evolucionando el club y saneado su situación es cuando hemos despegado un poco más. Son esas cosas que uno no sabe cómo han sucedido. Sabes que has trabajado mucho y tienes la recompensa de llegar a Primera. Si analizas por qué no sabes explicarlo, aunque hemos ido salvando la categoría con mucho esfuerzo”, comenta Bueno. 

La hoja de ruta del club para afianzarse en la máxima categoría era meridianamente clara. Se centró, primordialmente, en nutrirse de la cantera, dar cancha a las muchas escuelas de la provincia de Valencia pero, sobre todo, en contar con jugadores consolidados del panorama nacional, además de sondear el mercado con un equipo técnico muy limitado. Aprovechar, en definitiva, las ofertas. Negociar muy bien y captar jugadores al precio más adecuado. Otro reto superado a la vista de los resultados. 

“No es fácil sacar gente de abajo. Nosotros heredamos jugadores valencianos que habían estado en diferentes equipos de Primera y Segunda.  Conformamos una plantilla muy valenciana. El éxito de este club es la seriedad con la que siempre hemos tratado absolutamente todo y estar al día del mercado con un estudio y seguimiento del mismo dentro de nuestras limitaciones. Parece fácil, pero es lo que te permite hacer una plantilla de una manera u otra. Sabes que corres un riesgo pero también puedes estar cerca del éxito”, analiza Manolo Bueno.

El objetivo deportivo del Levante UD pasa, año tras año, por asegurarse la permanencia en una competición donde se mide a trasatlánticos de la talla del Pozo Murcia, Barça o  Cartagena y ante emergentes rivales como el Betis, recién ascendido. “Luchamos por conservar la categoría y progresar, generando más masa social; que se nos conozca más. Aspiramos a que el Levante UD pueda ser un referente en Valencia donde hay tantas escuelas. Que la gente pueda ver a jugadores profesionales, esa era una de las bases por las que Quico Catalán accedió a este término”, recalca el responsable del Levante UD Fútbol Sala. 

Hace unos años era una quimera que el Levante UD fuera abanderado del fútbol sala valenciano, pero hoy es el espejo donde se miran centenares de niños. El equipo cuenta con una cantera integrada por cerca de 450 chavales. “Ahora puedes pasearte una tarde por la Gran Vía Marqués del Turia y ves a muchos niños de Dominicos, que es la base del equipo, o a jugadores de Maristas (juvenil y filial), vestidos con el chándal del Levante UD. Esos colores están ahí presentes”, subraya Bueno, que ensalza la filosofía del club de Orriols, a imagen y semejanza del equipo de fútbol. 

“Los jugadores profesionales tienen un compromiso con el escudo más allá del salario”, explica. Porque más que el talento de muchos jugadores que han estado, están y estarán, todos tienen como denominador común el sentimiento de pertenencia del que hacen gala los componentes de esta entidad más que centenaria: “Se sienten parte importante del club”, remarca.

Un ejemplo de apuesta de futuro, por ejemplo, la podemos encontrar en la figura de Nacho Gómez (17 años). Criado en la escuela de Maristas es ya internacional y forma parte de la primera plantilla del Levante UD FS. Puesto que no cuenta aún con un filial en Segunda –otro de los grandes retos-, ya que milita en la actualidad en Tercera, tiene acuerdos de colaboración con grandes clubes para que jugadores en proyección como Gómez se puedan foguear. De esta forma, el prometedor futbolista se formará el año que viene en el Pozo Murcia, con filial en Segunda, con la intención de poder repescarlo a corto plazo.

CON LOS DEBERES HECHOS PARA LA 2020-21 PESE AL COVID-19

El presente del Levante UD FS, por el contrario, se centra en los playoffs express que se encuentran a la vuelta de la esquina. Sin nada que perder, el Levante afrontará el cruce con el Barcelona sin presión alguna  y a partido único. “Es complicado, la verdad, y no nos volvemos locos. Soñar es gratis. A un partido todo puede pasar como en la Copa, pero la realidad es que el jugador de talento suele marcar las diferencias” advierte. 

Ya pensando en la próxima campaña, Manolo Bueno vaticina una temporada más dura, aunque cree que se han armado debidamente para luchar, como siempre, por conservar una plaza entre los mejores clubes de España. “A pesar de todo este drama del Covid-19, va a ser una Liga muy competitiva. El Cartagena tiene un equipo brutal; igual que Palma y otros clásicos.  El Betis llega fuerte a Primera… Hay muchos equipos por encima de nosotros. Contaremos con un buen equipo porque hicimos movimientos cuando debimos, pero la temporada será dura”, concluye.