La anticipación del club en reforzarse en pleno estado de alarma y el buen ojo en los fichajes, algunas de las claves de un proyecto sólido   

Con la misma inercia positiva con la que finalizó la temporada pasada, tras clasificarse para los  playoffs por el título de la LNFS, donde cayó con la cabeza bien alta en semifinales eliminando nada menos que al Barça Lassa, ha empezado el Levante UD FS su andadura en la División de Honor 2020-21.  Lo ha hecho con un arranque de campaña insólito, firmando un pleno de cinco victorias en cinco jornadas, encaramándose así al frente de la tabla por delante de equipos con mucho mayor presupuesto. Históricos como el Barça Lassa, ElPozo Murcia o Inter Movistar; clubes con proyectos sobre el papel más ambiciosos como Palma o Jimbee Cartagena, llamados en teoría a postularse al título, han visto cómo el equipo de Diego Ríos, sin hacer ruido, avanza con paso firme. Y además con una circunstancia que habría sido preferible no experimentar pero que se revela como testigo fiel de lo que están consiguiendo los azulgranas en este arranque: el equipo lleva dos partidos seguidos sin competir por culpa de los casos positivos de COVID-19 y, pese a ello, sigue siendo líder del campeonato.

Todo ello no es más que la constatación de que aquel proyecto social y deportivo que se concibió hace más de una década, por la decidida apuesta del presidente del Levante, Quico Catalán, es más que una realidad. El Levante UD FS ha echado raíces firmes en la máxima categoría del fútbol sala nacional, donde ascendió hace siete años para hacerse un hueco y afianzarse entre los mejores.  

Sin perder de vista sus objetivos reales, que es estar entre los ocho primeros, ni olvidar su origen, el Levante UD FS se ha ganado el respeto de los top de la categoría. Cinco jornadas han bastado para poner en liza un proyecto que pinta bien, gestado a base de muy buen ojo clínico para los fichajes y, sobre todo, por anticiparse en el mercado de refuerzos en unos tiempos realmente complicados por ese virus invisible que ha puesto en jaque a todo los sectores sociales y empresariales del mundo. El fútbol sala no ha sido una excepción. 

Dentro de sus limitaciones, el Levante UD FS, con el mismo presupuesto que la campaña anterior, ha sabido desenvolverse a la hora de confeccionar el proyecto 2020-21 con mucha más agilidad y anticipación que alguno de sus competidores. Sólo así se explica el salto de calidad experimentado con contrataciones que tiempo atrás se habrían antojado imposibles. En ese contexto de crecimiento se encuadran jugadores de la talla de Rivillos, Araça, Fede, Roger, Rafa Usín o Esteban, que potencian la buena base que ya tenía el equipo. 

Convencerles para embarcarse en el Levante UD FS no fue sencillo porque en lo económico el club tiene sus limitaciones, si bien se antepuso la credibilidad de un proyecto ilusionante, como así desgrana el director general del Levante UD FS, Manolo Bueno. 

“Creo que la diferencia con respecto al año pasado a nivel de planificación es que hemos sabido fichar en su momento, apuntando a jugadores veteranos de grandes clubes, y en un momento muy determinado, en pleno confinamiento, en marzo. Los futbolistas vivían algunas circunstancias excepcionales en  sus clubes y apostaron por venir al Levante UD con unas ilusiones tremendas”, señala.

Lo hicieron, además, por debajo de su caché. De lo contrario, habrían sido inalcanzables para el club. En casos así, muchos suelen hablar de esta etapa como el ‘retiro dorado’ del jugador, pero el Levante sólo ha encontrado en ellos la respuesta y la ambición que pretendía de ellos.

“Al final, pese a que llegan por debajo de su caché, podrían haber venido a pasearse, pero no ha sido así. Han venido a reivindicarse”, subraya Bueno. En esa tesitura emergen los nombres de Mario Rivillos, procedente del Barça, que llevaba dos años casi sin jugar con asiduidad; Roger, otro ex del Barça, que ya supera en cinco jornadas los dos goles marcados durante el año pasado;  Usín, que siempre ha sido una referencia en el Osasuna Magna y ha decidido cerrar una etapa para iniciar un nuevo ciclo, o Esteban, jugador procedente del Fútbol Emotion Zaragoza y cuya pista seguía el club desde hace tiempo. 

“Hemos sido muy rápidos en este sentido. Son jugadores expertos, que pueden estar de vuelta, pero han venido con una ilusión y ganas de competir tremendas”, reconoce el máximo responsable del área del Levante UD FS.

El liderato que ostenta el Levante UD FS es ahora lo de menos porque el equipo no pierde sus señas de identidad ni sus objetivos finales: firmar una buena Liga regular y entrar en los playoffs. Tiene los pies en el suelo. La plantilla, cuerpo técnico y directiva están en la misma sintonía con la realidad. La situación es buena a nivel de imagen porque pone la marca Levante UD en valor a nivel nacional, otro de los objetivos, además del deportivo, que se marcó Quico catalán cuando apostó decididamente por arropar el proyecto y crear la sección de fútbol sala. 

“Los profesionales saben que ser líderes en estos momentos es una circunstancia. Vamos a intentar competir como hasta ahora, lo mejor posible, pero no vemos más allá del siguiente partido. Paso a paso. Estamos funcionando así”, sentencia un Manolo Bueno prudente, que prefiere no ver más allá del siguiente compromiso ni hacer cábalas de hasta dónde pueden llegar.

“El proyecto se asentó hace dos años y evolucionó a estar entre los ocho mejores de España, y ese sigue siendo el objetivo. Tratamos de pelear contra todos los rivales, sabiendo que habrá años mejores y peores. No me conformo con una situación u otra. El objetivo es estar entre los ocho primeros. A partir de ahí, soñar es gratis”, añade. 

Y así, tras superar con éxito las cinco primeras jornadas con victorias frente a Osasuna Magna (2-0), Santa Coloma (2-4), Aspil Jumpers Ribera Navarra (0-4), O’Parrulo Ferrol (4-1), y la machada lograda ante El Pozo Murcia (5-6), el Levante UD FS sigue mirando al frente . “Tenemos una cuestión muy clara: el equipo nunca tira la toalla”.

La afición del Levante UD FS se enganchó hace tiempo a un proyecto con buenos muy buenos cimientos que se ha consagrado para situarse entre los mejores clubes del fútbol sala español. “La gente está respondiendo y el jugador se siente contento porque le gusta que su afición le vea en directo”, concluye Manolo Bueno.